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miércoles, 27 de noviembre de 2013

PEPE PIENSA...Y DESPUÉS ¿QUÉ PASA?

Michel Piquemal
Ed.SM,2013

A partir de 6 años



"Cuando un niño establece un vínculo afectivo con un animal doméstico que inevitablemente ha de morir, los adultos subestiman el impacto dramático que tiene para él la muerte de su canario, perro o gatito y reemplazan rápidamente a la mascota por otra igual, creyendo ahorrarle un sufrimiento al niño. Pero con esta actitud negamos el duelo, ignoramos su dolor y le transmitimos mensajes no verbales "los afectos són reemplazables", "estar triste no es bueno", en lugar de ayudarle a comprender que las separaciones duelen y que el duelo es inevitable y triste pero SALUDABLE para poder seguir adelante en la vida emocional."

Isa Fonnegra de Jaramillo "De cara a la muerte"

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